Existen dos indicadores fundamentales:
El aumento de la caída de cabello
Especialmente durante el lavado o el peinado. Para que esta observación sea válida es necesario controlarla, en un período prolongado, aproximadamente de 3 a 4 semanas.
Podemos tomar como ejemplo, para el momento del control diario, el primer peinado de la mañana. Partiendo de la base que si la caída normal diaria es de 15 a 30 cabellos, en el primer peinado no debe haber más de 5 a 15 cabellos desprendidos.
Igualmente hay una caída de cabellos habitual propia, que cada persona conoce. Si esta caída comienza a aumentar, ya representa un síntoma de debilitamiento capilar.
La pérdida del grosor del cabello
que comienza en los cabellos de la zona superior del cuero cabelludo. Detectar precozmente este síntoma, es muy importante, puesto que en general, es más categórico que el de la caída del cabello.
Podemos evaluar este síntoma con un simple auto-test:
Tomamos con una mano un mechón de la zona frontal de la cabeza, mientras que con la otra se hace lo mismo con un mechón de la zona baja (posterior de la oreja). Si el mechón de la zona superior está compuesto por cabellos de menor grosor, el debilitamiento ha comenzado. El grado de debilitamiento de los cabellos que reemplazan a los que caen, al finalizar su ciclo de vida, es el que marca la gravedad e intensidad de la pérdida.
Lo importante es realizar una consulta en un Centro Schwanek, donde evaluamos estos indicadores en profundidad.
En las zonas donde generalmente se piensa que el cabello ya desapareció, la micro cámara capilar, nos permite ver que éste existe, pero muy débil y fino de forma que no logra cubrir bien el cuero cabelludo.
La Gimnasia Capilar al mejorar la nutrición de las raíces pilosas logra que los cabellos finos y débiles se reemplacen nuevamente por cabellos más sanos y fuertes.
La vida y el crecimiento del cabello dependen de su raíz. El único medio por el cual se nutre esta raíz es a través de la irrigación sanguínea del cuero cabelludo.
Cuando la irrigación sanguínea en el cuero cabelludo es normal, el pelo crece sano y fuerte, cumpliendo su ciclo natural. Y parte de este ciclo, es la caída de ese cabello y el nacimiento de uno nuevo que la misma raíz comienza a elaborar.
Las posibles causas que pueden originar la pérdida del cabello
Cuando un cabello cae y es reemplazado por otro más débil que el anterior, se inicia un proceso de pérdida capilar. Este debilitamiento del cabello se manifiesta en dos aspectos: por una parte crece más fino y débil, y por otra su ciclo de vida se acorta, cayéndose más rápido.
El cabello se va perdiendo por causas de diversos orígenes, los cuales no son siempre fáciles de determinar con absoluta certeza.
El origen del problema puede deberse a una única causa, como también pueden ser varias, que se superponen y se potencian entre sí.
No siempre, es posible de identificar la causa original, y las que luego se han agregado, y cual es el grado de incidencia y/o importancia de cada una de ellas.
Predisposicion hereditaria
Habitualmente suelen considerarse los antecedentes hereditarios como una de las causas más frecuentes y preponderantes que afectan a la pérdida del cabello.
Afortunadamente no siempre es así. En muchos casos, no existen estos antecedentes, y en otros, si los hay, la pérdida de cabello comienza en edades más avanzadas.
Es necesario diferenciar entre la herencia y la predisposición hereditaria. La herencia es todo lo que traemos al nacer: el color del cabello, el grosor, el tipo de cabello (lacio, rizado, etc.), etc.
La predisposición hereditaria son características latentes en el organismo, que según la forma de vida, pueden ser postergadas o aún superadas.
Podemos encontrar una analogía de la pérdida de cabello con la tendencia a engordar, la celulitis, etc., que según los cuidados y las características de vida, pueden ser controladas y/o mejoradas.
Es necesario también, conocer la complejidad de las leyes de la herencia. Las diversas influencias se entrecruzan y combinan, haciendo difícil de precisar con exactitud la participación de todos los antepasados en el proceso de pérdida de cabello.
Enfermedades e ingesta de medicamentos
Las alteraciones de la salud, en particular ciertas enfermedades orgánicas o funcionales, pueden afectar el vigor y el crecimiento del cabello.
La ingesta de ciertos medicamentos de uso prolongado, puede tener como un efecto secundario de la medicación, un aumento de la caída y el debilitamiento del cabello.
Trastornos hormonales
La tiroides es una glándula endocrina en la región faríngea que produce una hormona, la tiroxina, que interviene en el crecimiento y el metabolismo. El mal funcionamiento de esta glándula ocasiona frecuentemente un aumento de la caída de cabello y su debilitamiento.
Especialmente en el caso de las mujeres, los trastornos hormonales que se sufren en los períodos de post-parto y de menopausia, también son causantes de trastornos desfavorables en el pelo.
En todos estos casos, ya sea por enfermedad y/o medicación, y/o trastornos hormonales, superados estos problemas, el cabello puede recuperarse, total o parcialmente.
Nuestra experiencia nos demuestra, que en algunos casos nunca existieron los factores mencionados anteriormente, y si los hubo, sus efectos han sido superados. No obstante, el cabello se va perdiendo día a día, con mayor o menor rapidez.
En general los análisis o estudios que se realizan, no manifiestan causas de importancia que expliquen el desarrollo y el avance de la pérdida del cabello.
La evolución de la pérdida del cabello, no siempre tiene el mismo ritmo en todos los casos. Su avance es cíclico y en él intervienen numerosos factores.
Una vez iniciado el proceso de pérdida del cabello, nunca se detiene totalmente por sí solo. Esta característica no siempre se percibe claramente, pero si se observa una foto o una filmación de tiempo atrás, se comprueba esta realidad en forma categórica.
Por otra parte, el número de cabellos que cae diariamente, no es el único indicador del avance del proceso. El grado de debilidad de los cabellos que reemplazan a los que caen al finalizar su ciclo de vida, es el que marca la gravedad e intensidad de la pérdida.
El stress y la pérdida del cabello:
El stress y/o tensión nerviosa tienen una enorme incidencia en la pérdida de cabello.
Los estados de stress intenso, pueden actuar como la causa desencadenante que inicia el desarrollo del proceso, como también pueden ser el factor que agrava e impulsa, otras causas existentes o en estado latente.
El stress en su aparición puede tener diversos orígenes, que no siempre guardan una relación proporcional entre el hecho, o los hechos que lo provocaron y su intensidad.
El stress puede surgir en forma repentina, producido por un shock emocional, o también debido a un estado de tensión nerviosa continua y prolongada.
En síntesis, podemos definir al stress, como un estado en el cual un enorme número de funciones orgánicas y mentales, se predisponen a enfrentar una situación de peligro real o imaginario.
Si la duración de este estado es breve, o se producen intervalos suficientes para que el organismo se reponga, y vuelva a la normalidad de sus funciones, no hay consecuencias graves. Pero, si los estados de stress son intensos y/o repetidos, sus consecuencias son muy negativas para la salud.
La manifestación más característica del stress, son las contracturas musculares.
Por contractura se entiende lo siguiente: cuando un músculo se contrae para realizar un movimiento, luego se estira nuevamente. Cuando se produce la contractura, el músculo se acorta y permanece en ese estado.
Las contracturas provocadas por el stress, se establecen en los músculos que rodean el cuero cabelludo, la nuca y la espalda.
El cuero cabelludo es una de las regiones más afectadas. Los músculos que lo rodean, al contracturarse, se acortan, comprimiendo el tejido del cuero cabelludo sobre el hueso del cráneo.
Esta alteración se comprueba, palpando el propio cuero cabelludo, que se observa rígido, endurecido y con una disminución en su espesor natural.
Este gradual y progresivo deterioro del cuero cabelludo, comprime la vasta red de diminutos capilares que irrigan y nutren las miles y miles de raíces pilosas de la región.
Al producirse esta verdadera “sequía sanguínea”, las raíces pilosas – que son los órganos formadores de cabello- al no recibir suficiente nutrición comienzan a fabricar cabellos cada vez más finos y débiles.
Este debilitamiento suele comenzar, en las zonas más predispuestas anatómicamente a una disminución de la irrigación sanguínea que son, la tonsura o coronilla y las entradas. En estas zonas se observan, cuando el proceso está en marcha, cabellos más cortos, más finos, e insuficientemente pigmentados.
Muchas veces a estos cabellitos se los confunde con el cabello nuevo en crecimiento, creando una errónea expectativa.
Cuando la raíz pilosa recibe insuficiente irrigación sanguínea, el nuevo cabello que elabora es de menor calidad.
El debilitamiento con que nace el nuevo cabello, impide su normal desarrollo y crecimiento, su vida se acorta y cae más rápido, aumentando así el número de cabellos que caen diariamente.
En la medida que el proceso avanza, aumenta el número de cabellos débiles y disminuyen los fuertes. Los cabellos débiles al tener menor tamaño y grosor, no cubren bien el cuero cabelludo, y comienzan a aparecer zonas ralas.
En las zonas bajas que rodean al cuero cabelludo, existen músculos y arterias de mayor calibre, que mantienen un aporte sanguíneo suficiente que explica por qué allí, el cabello mantiene su normalidad.
El número de cabellos que cae por día es en general variable, pero en los momentos de grandes caídas, debe interpretarse como una aceleración del proceso de pérdida del cabello.
FALSO. Habitualmente suelen considerarse los antecedentes hereditarios, como una de las causas más frecuentes que afectan a la pérdida del cabello.
Afortunadamente no siempre es así. En muchos casos, no existen estos antecedentes o son contradictorios en la familia.
En otros casos si los hay, la pérdida de cabello comienza en edades más avanzadas.
Es necesario diferenciar entre la herencia y la predisposición hereditaria. La herencia es todo lo que traemos al nacer: el color del cabello, el grosor, el tipo de cabello (lacio, rizado, etc.), etc.
La predisposición hereditaria son características latentes en el organismo, que según la forma de vida, pueden ser postergadas o aún superadas.
Podemos encontrar una analogía de la pérdida de cabello con la tendencia a engordar, la celulitis, etc., que según los cuidados y las características de vida, pueden ser controladas y/o mejoradas.
VERDADERO. Es difícil determinar el número exacto de cabellos que caen diariamente, puesto que gran parte de ellos los perdemos durante la actividad diaria, siendo imposible contabilizarlos.
Por otra parte, el número de cabellos que caen diariamente, sufre variaciones de acuerdo a la época del año, estado de salud, frecuencia de lavados, etc.
La mayoría de los especialistas coincidimos en que 15 a 30 cabellos por día es una caída normal, considerando que más de 50 por día es señal de alarma.
En general, cuando se observa un aumento del número de cabellos que caen por día, es un indicador de que el proceso se acentúa y agrava.
FALSO. La confusión surge porque cuando lavamos el cabello, realizamos una acción mecánica sobre él mismo, provocando la caída de los cabellos que ya están desprendidos de su raíz y en cualquier momento caerán.
Para ejemplificarlo podemos comparar el mismo efecto que tiene el viento, con las hojas secas de un árbol.
Lo mismo sucede cuando nos peinamos. Por eso son dos acciones claves del día, para medir si existe un aumento de la caída de cabello.
VERDADERO. Sí, en esta época del año se da un recambio estacional natural del cabello característica de todos los mamíferos, incluido el ser humano, en que el pelo del verano cae para ser sustituido por el pelo del invierno. Esta reminiscencia animal es la llamada en los seres humanos “exacerbación estacional”. Este fenómeno natural actúa en aquellos que tienen un proceso de pérdida de cabello, como un factor agravante.
VERDADERO. Sí, una dieta muy estricta a la cual le falten la vitaminas esenciales para la formación del cabello, como la vitamina B, puede provocar un aumento de la caída del cabello y su debilitamiento. Pero esto no es lo que sucede habitualmente como causa principal del problema de cabello.
Por supuesto si la alimentación es variada y rica en vitaminas el pelo crece más sano y fuerte.
FALSO. El pelo tiene un ciclo de vida que dura de 4 a 6 años, y cuando finaliza cae y crece un cabello nuevo.
La confusión surge porque en los casos de pérdida de cabello, éste se va debilitando en forma gradual. El pelo se va volviendo cada vez más fino en cada recambio, hasta desaparecer en algunos casos, se cree entonces, que cuando cae es en forma definitiva. Pero el debilitamiento avanzado del cabello, es un proceso que lleva generalmente muchos años de evolución.
FALSO. El pelo nace desde su raíz que esta en el interior del cuero cabelludo. La raíz pilosa es la parte viva del cabello y sobre la que se debe trabajar para mejorar su nutrición y elabore nuevamente cabellos más sanos y fuertes que reemplacen a los que caen al finalizar su ciclo de vida.
Esta creencia, es porque cuando nos cortamos el pelo se eliminan todas las puntas dañadas que estuvieron expuestas durante meses y años a los agentes externos, como el clima, el secador etc. El cabello queda con un aspecto más sano pero no recupera fuerza y calidad.
VERDADERO. Las hebillas y gomitas sin importar su material y su calidad aprietan la fibra capilar y rompen las cutículas que es la parte externa del pelo. Lo ideal es utilizarlas lo menos posible.
Si hay que usarlas por el trabajo o cuando hacemos gimnasia y deportes es mejor usar gomitas lo más anchas posible y blandas que preservan mejor el pelo.
VERDADERO. Cuando el pelo está húmedo está cargado de agua, y el cepillo ejerce una fuerza mayor que el peine, ocasionando como consecuencia que el cabello se entrecorte y quiebre. Para peinar el pelo mojado, es preferible utilizar un peine, preferentemente de dientes anchos.
Una vez que el pelo está seco, se puede utilizar un cepillo, pero es ideal que éste sea de cerdas naturales, ya que son más suaves y no dañan el cabello.
FALSO. La mayoría de los autores afirman que no lo es, partiendo de la base de que los mismos microorganismos que se observan en el cuero cabelludo con caspa, también existen en los cueros cabelludos normales. Nuestra experiencia confirma esta teoría.
VERDADERO. Cuando el pelo se encuentra húmedo, se hincha y puede absorber hasta el 30% de su peso en agua. Al friccionarlo, podemos lastimar y romper la cutícula, que es la capa externa del cabello. Por esta razón, aconsejamos secar el cabello (especialmente el pelo largo) con una toalla, dando pequeños golpes y apretando suavemente las puntas de abajo hacia arriba.
DISCUTIBLE. La aparición de las canas se produce por la desaparición progresiva y selectiva de los melanocitos, que son las células que dan color a los cabellos. La edad en la cual el color del cabello desaparece, depende de cada persona, pero influye el factor hereditario.
En base a nuestra experiencia hemos observado, que generalmente los shocks emocionales aceleran la aparición de las canas.
DEPENDE. Sí, depende de cómo se utilice el secador, de la frecuencia del secado y del tipo de cabello.
Lo ideal, sería dejar secar los cabellos naturalmente. Si esto no es posible, al utilizar el secador la temperatura nunca debe ser extremadamente caliente, puesto que provoca un daño directo sobre el cabello.
Mientras se sostiene el secador con una mano, con la otra se debe efectuar un masaje constante, moviendo y aireando el cabello, para luego cambiar de mano y efectuar la maniobra del lado contrario.
Aconsejamos apagar el secador justo antes de que los cabellos estén completamente secos y dejarlos terminar de secar al aire. Si se está apurado, séquelos completamente con el secador a temperatura suave. Los dos últimos minutos a temperatura fría.
En el caso de los cabellos secos, aconsejamos utilizar el secador lo menos posible.
DEPENDE. La solución para evitar las puntas florecidas es usar productos que brinden acondicionamiento e hidraten el cabello (como los baños de crema o máscaras de tratamiento).
No obstante, cada persona tiene un largo de cabello ideal, a partir del cual las puntas deben cortase para que el cabello quede prolijo y con un aspecto sano.
Hay que tener en cuenta que cada cabello vive de 4 a 6 años y crece aprox. 1 cm. por mes. Es decir que en un cabello de 30 cm. de largo, su punta extrema, hace ya 3 años que está expuesta a los agentes externos (sol, viento, mar, etc.). Por lo tanto, es lógico que la punta esté reseca y florecida, y necesite un corte. Aconsejamos cortarse el pelo cada 2 ó 3 meses para mantenerlo con un aspecto sano y vital.
VERDADERO. La permanente y el alisado son procesos químicos fuertes que debilitan mucho el cabello. ¿De qué manera actúan? Una vez que el pelo se somete a estos procesos, las fibras capilares cambian sus formas, y como resultado el cabello está más sensible y se vuelve más quebradizo.
Estos procesos pueden incluso provocar una mayor caída de cabello.
No lo aconsejamos para los cabellos débiles.
Si bien estos procedimientos son agresivos, pueden realizarse por medio de profesionales competentes y utilizando productos de excelente calidad.
DEPENDE. La caspa consiste básicamente en un desprendimiento acelerado de las células de la capa más superficial de la piel.
Su origen sigue aún en estudio. En el cuero cabelludo, existe en circunstancias normales, una amplia variedad de microorganismos en especial “micrococos”, que producen hongos como el “pitirosporum ovale” y otros. El primero ha sido implicado como posible agente causal de la caspa, pero las evidencias no son aún nada concluyentes.
En nuestra amplia experiencia con los pacientes, hemos podido comprobar, que la caspa aparece, cuando los mismos manifiestan tener preocupaciones, angustia y/o stress.
También hemos observado que en los procesos de caspa, el restablecimiento de la normal irrigación sanguínea del cuero cabelludo, permite mejorar la salud y las defensas de la piel, permitiendo superar dichos procesos.
VERDADERO. Generalmente durante el embarazo el cabello mejora, se vuelve más fuerte y crece más. Esto sucede, porque aumentan en el organismo las hormonas femeninas, favoreciendo el crecimiento de un cabello más sano y fuerte.
Por eso, durante el período de post-parto, al perder gran cantidad de estas hormonas femeninas, se produce frecuentemente un aumento de la caída de cabello y éste en muchos casos se debilita, requiriendo un tratamiento de Gimnasia Capilar Intensiva o Gimnasia Capilar Personal para fortalecerlo y recuperar su calidad.
DEPENDE. Actualmente, las tinturas de buena calidad y aplicadas por un profesional no estropean ni debilitan los cabellos sanos y fuertes.
Siempre y cuando no se hagan cambios drásticos de color y con mucha frecuencia.
Pero si el cabello está débil, hay que tomar ciertas precauciones: No usar más de 20 volúmenes de agua oxigenada y tratar de espaciar en el tiempo la tintura y/o decoloración. El tiempo aconsejable para el cambio de color o tintura, es de una vez al mes como mínimo.
VERDADERO. Lo que se sucede es que en los días de humedad, hay más agua en la atmósfera y el cabello absorbe el agua. Esto provoca que el cabello esté erizado, se intensifica el rizado natural y el peinado se vuelve más difícil de manejar.
Especialmente los cabellos resecos siempre buscan hidratación y cuando hay humedad la toman del ambiente, lo que los hace más propensos a absorber la humedad que hay en el aire. Al adherirse al cabello, la humedad lo infla y lo vuelve esponjoso y erizado.
VERDADERO. La seborrea es el nombre que recibe el aumento anormal de la secreción de las glándulas sebáceas. Es decir, es la grasa excesiva en el cuero cabelludo.
Cada folículo piloso, se encuentra anexado a una o más glándulas sebáceas. La secreción de estas glándulas se denomina sebo, y cumple una función muy importante, porque lubrica a la piel y al cabello, evitando que éste último sea frágil y quebradizo.
Los problemas comienzan cuando las glándulas sebáceas producen más sebo del necesario.
Cuando esto ocurre, el sebo comienza a rodear al cabello, oprimiéndolo y obstruyendo el folículo piloso. En consecuencia, el cabello se afina, y cae en forma prematura. Al caer es reemplazado por un cabello cada vez más fino y débil.
DEPENDE. Las primeras veces que uno usa un producto nuevo de buena calidad, nota una gran diferencia entre el estado anterior del pelo y los nuevos beneficios. Con el transcurso de los lavados, estos cambios se van minimizando pero no por acostumbramiento, sino porque el pelo se encuentra en mejores condiciones.
En el caso de los productos más terapéuticos como el shampoo para los cabellos grasos o para la caspa, una vez que estos problemas se normalizan, es conveniente alternar estos tipos de shampoo con otros, para que el cabello luzca mejor.
VERDADERO. Todos estos factores dañan la cutícula del cabello, exponen la fibra capilar y lo dejan sin protección. En verano, el cabello se reseca, se deteriora, pierde brillo y pigmentación. En los casos donde el cabello está débil, el debilitamiento se agrava y se acelera.
De lo tres – cloro, agua de mar y sol – el primero es el peor enemigo del cabello. Basta ver como el cloro deteriora y decolora los trajes de baño.
Su acción sobre el cabello es química: destruye la capa externa del cabello, dañando gradualmente la raíz pilosa.
Durante el verano, es fundamental proteger el cabello con un producto capilar que tenga filtro solar y siliconas, que repelen el agua de mar y el cloro, creando una película protectora en la fibra capilar.